Un investigador autodidacta de Sanlúcar de Barrameda, Juan Cuevas, dice haber encontrado indicios de la existencia de una ciudad antigua en la desembocadura del Gualdalquivir, concretamente en el pinar de la Algaida, a seis kilómetros de donde Adolf Shulten había señalado la ubicación de Tartessos, aunque en la otra orilla del río. El investigador, que lleva años dedicado a estos estudios, ha
lamentado la "falta de entusiasmo" que encuentra entre los arqueólogos,
si bien es consciente de que estructuras arquitectónicas como las que
está seguro de haber detectado, por la profundidad a que se encuentran y
la evolución del nivel del mar en la zona, tendrían una antigüedad
superior a la de las grandes estructuras faraónicas y mesopotámicas.
En nuestra opinión, aunque es todavía pronto para valorar este descubrimiento, sí deberían iniciarse trabajos que comprobaran o descartaran la hipótesis de Juan Cuevas. No olvidemos que los grandes descubrimientos arqueológicos que convirtieron antiguas leyendas en realidad estuvieron muchas veces en manos de personajes que trabajaron al margen de proyectos estrictamente científicos. ¿Habrá descubierto Juan Cuevas restos de la antigua civilización tartéssica? El tiempo lo dirá.
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