Como cada año, hago un grandísimo esfuerzo para incorporarme al trabajo tras haber disfrutado del merecido descanso de las vacaciones de verano, en el que practico la máxima horaciana con todas mis fuerzas y alejado de los asuntos laborales soy inmensamente feliz. Pero lo bueno es efímero y no hay más remedio todos los septiembres que volver a las aulas a desempeñar la tarea que tenemos encomendada. Espero, como en todos los cursos precedentes, disfrutar de mi trabajo y aprender cada día de mis alumnos. Echaré de menos a los que se han marchado ya a la universidad para seguir formándose allí en estudios más específicos, y recibiré con gran alegría a los que todavía continúan y a los que se incorporan al selecto club de las Humanidades S.L. Son pocos, sí, pero son de los mejores y no tengo duda de que lo demostrarán a lo largo del curso que acabamos de comenzar. Aprenderemos las lenguas inmortales, que no muertas, leeremos las obras cumbres de la literatura universal, hablaremos de grandes filósofos, historiadores, poetas, políticos que asentaron las bases de la democracia; aprenderemos historia, geografía, arte, mitología; interpretaremos los restos arqueológicos del mundo grecorromano, participaremos en jornadas y concursos, veremos representaciones de tragedias y comedias. Pero sobre todo comprenderemos que nuestra civilización no hubiera sido la misma sin Grecia y Roma, y que somos herederos directos del Mundo Clásico, del que debemos conocer bien su legado para entender mejor el mundo en que vivimos.
Este año tengo muy buenas sensaciones y ninguna duda de que mis alumnos llevarán con orgullo el honor de pertenecer al club de las Humanidades, un club selecto y minoritario, no porque él sea excluyente, sino porque es excluido por aquellos que no quieren hombres y mujeres críticos y reflexivos.
Os saludo, alumnos. Espero que no perdáis nunca la motivación y la ilusión por el conocimiento. Ya me encargaré yo de lo demás con vuestra ayuda.
FELICEM CVRSVM VOBIS EXOPTO!
OS DESEO UN FELIZ CURSO!
