Estas últimas semanas los profesores de latín y griego de los centros de secundaria españoles nos vemos sometidos al estrés que conlleva la lucha por la defensa de nuestras materias en el itinerario del Bachillerato de Humanidades. Son muchos los intercambios de opiniones en nuestras redes, las propuestas reenviadas entre nosotros para intentar colocar el latín y el griego en la posición que se merecen en esos itinerarios que pretenden facilitar la orientación de los alumnos en su elección. En algunos centros (tal vez sea lo mejor) se presenta a los alumnos la oferta educativa tal y como aparece en la ley, pero en la mayoría se diseñan itinerarios que intentan dirigir la decisión de los alumnos hacia lo que mejor conviene, a ellos y al centro, cosa que me parece lícita. En este último caso, las propuestas son muy diferentes: en unas se agrupa el latín y la historia, en otras el latín y el griego, en las menos el latín y la literatura universal, en algunas se permite cursar el latín junto a las matemáticas, en otras no... En fin, dependiendo de qué departamentos tengan más peso en el centro, dependiendo de la percepción de los equipos directivos, de las características del alumnado, así son las propuestas. En casi todas el latín puede que siga teniendo opciones, pero el griego va a quedar en una posición muy débil en competencia con otras materias. Yo he dado muchas vueltas a los itinerarios y hay poco que hacer. Se me ocurre que en un itinerario filológico y de lenguas está claro que el latín y el griego no pueden faltar, pero las dudas entran cuando uno piensa en estudios de tipo histórico o jurídico: ¿Es mejor elegir economía y matemáticas en lugar de latín, griego e historia? ¿Pueden elegirse latín y economía sin las matemáticas con vista a unos estudios superiores de carácter jurídico? En fin, entiendo la disparidad de opiniones: Quot homines, tot sententiae.
En medio de estos días de cierta tensión en la previa de la CCP en la que se confeccionará la propuesta definitiva y en la que intentaremos explicar la importancia de nuestras materias para comprender mejor todo lo que nos rodea, veo en la prensa local de ayer un anuncio publicitario en el que se utiliza el mundo clásico, en este caso haciendo referencia a la batalla de Maratón y a la gesta de Filípides, para vender un seguro de motos. Un buen ejemplo para justificar lo que reivindicamos. Siempre he defendido a los publicistas españoles, porque creo que son muy buenos y hay anuncios verdaderamente geniales e inteligentes. Este podría ser uno de ellos. Pero, en los tiempos que corren, me temo que buena parte de los mortales ya no sabe qué es eso de Maratón y mucho menos quién fue ese tal Filípides que está junto a la scooter vestido con una falda. Lo peor es la "metátesis de cantidad" que se aprecia en la fecha, porque la batalla de Maratón no fue en el 409 (ese número es el de algún peugeot), sino en el 490. Pero este error solo puede ser detectado por unos pocos, algunos menos de los pocos que pillarán el guiño a la gesta de Filípides. Ojalá pudiera yo cambiar un 3 por un 0 y jubilarme ya mismo en vez de esperar tres cursos más. ¡Gensanta!
