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Este es el blog de José María Alegre Barriga, profesor de Cultura Clásica en el IES Profesor Hernández Pacheco de Cáceres. El objetivo del mismo es recopilar en él los recursos didácticos utilizados en clase como complemento a la enseñanza de las asignaturas de Griego, Latín y Cultura Clásica.

domingo, 15 de abril de 2018

Las Bacantes, Anfitrión y la lluvia.

Álbum de fotos.
El día 12 de abril los alumnos del IES Profesor Hernández Pacheco asistieron a la representación de Las Bacantes de Eurípides y de Anfitrión de Plauto en la XXII edición del Festival Juvenil de Teatro Clásico de Mérida. La representación de las dos piezas teatrales se llevó a cabo por los alumnos del grupo de teatro Noite Bohemia del IES Menéndez Pidal de La Coruña. Por la mañana la lluvia no dejó de caer desde el primer minuto hasta el último con intensidad. A pesar de ello, tanto los actores como el público asistente aguantaron estoicamente el chaparrón.  La versión puesta en escena por los alumnos gallegos no dejó a nadie indiferente: tal vez ha sido una de las mejores piezas representadas en este festival en muchos años. Lástima que la lluvia deslució la representación y causó muchas incomodidades tanto a los actores como al público asistente.
Por la tarde también se representó el Anfitrión de Plauto, aunque tuvo que hacerse sobre la orquestra y sin equipo de sonido, ya que la escena estaba llena de charcos y el agua seguía cayendo al comienzo de la representación. Afortunadamente no arreció tanto la lluvia como por la mañana y se  agradeció este respiro que dio Júpiter Tonante. Más flojita esta pieza teatral vespertina, aunque tal vez influían las adversas condiciones meteorológicas y el deseo de los asistentes de que acabara ya todo para poder despojarse de las empapadas vestimentas y darse una ducha caliente.

Lástima que la protagonista del día fuese la lluvia más que el teatro. Lástima primero por las compañías que llevan preparándose todo el año, porque su trabajo no brilla como debiera, y lástima también por los centros que acuden después de organizar todo y se encuentran unas condiciones poco propicias para ver una obra de teatro, con riesgo de resfriados incluido. 
Sabemos que es difícil organizar el festival y que es difícil encontrar un lugar alternativo cuando llueve. Sin embargo, creemos que así no merece la pena asistir, porque verdaderamente no compensa los preparativos y esfuerzos de unos y otros, ni puede disfrutarse de una representación teatral. Los organizadores explicaban que no hay lugares alternativos con el aforo necesario. Tal vez, si se conocen las condiciones meteorológicas adversas con antelación, se podría pensar en hacer varias sesiones en el Palacio de Congresos o en un Pabellón Polideportivo o, si no, en suspender directamente las representaciones y devolver el dinero a los alumnos.

De cualquier manera comprendemos las dificultades y felicitamos a los organizadores del festival, a los grupos de teatro que nos obsequian con representaciones magníficas y a los alumnos que acuden como público año tras año para poner de manifiesto que el teatro clásico grecolatino sigue y seguirá vivo.

En este enlace pueden verse algunas fotos del evento.




domingo, 8 de abril de 2018

Viriato y una rana coja.

El jueves 5 de abril alumnos de latín y griego procedentes de todos los centros de secundaria de Extremadura participaron en una nueva edición de las Olimpiadas de Lenguas Clásicas organizadas por la SEEC de Extremadura. Después de ser recibidos por un representante de la SEEC y por la vicedecana de la Universidad de Extremadura disfrutaron de la recreación por parte de los alumnos del Grado de Filología Clásica de una disputa pastoril en la que se enfrentaban las ciencias y las letras y que finalmente fue resuelta (seamos sinceros) de forma poco objetiva.
A continuación los alumnos realizaron las pruebas de latín y griego, en las que debían interpretar y traducir un texto en esas lenguas y resolver también cuestiones de morfología, sintaxis, léxico y literatura. En estas olimpiadas, además de la parte competitiva, en la que los mejores alumnos pueden conseguir premios y el honor bien merecido por su capacidad, trabajo y esfuerzo, pesa mucho más la participación en unas pruebas que sirven de entrenamiento para la cercana selectividad.
Al menos en esta ocasión, los que no hayan oído hablar de él, se enterarán de quién era Viriato, aquel pastor lusitano que aparecía como símbolo del espíritu nacional en los libros de lectura que los más mayores usábamos en nuestros primeros años de escolarización y conocerán que las ranas, por si no han visto ninguna en directo, se desplazan como si estuvieran cojas y que suelen vivir en la orilla de las charcas. Lástima que no pudiera leer la moraleja de la fábula alguno de esos pedagogos que nos obliga constantemente a poner en práctica las mamandurrias que se le ocurren. Y lástima también que los docentes no seamos tan directos y sinceros como la zorra de nuestra fábula.

Enhorabuena a los organizadores y a todos los alumnos participantes por seguir, a pesar de todo, remando contra corriente.